Nuestra experiencia en HOTEL CARLOS I BENIDORM
Hace unos días nos fuimos los 3 en amor y compañía a pasar un fin de semana a Benidorm y nos alojamos en el Hotel Carlos I. Un hotel completamente renovado desde 2017 y ubicado a 10 minutos de la playa de Poniente. Perfecto para estar unos días de relax y con unas instalaciones inmejorables ya que las han mejorado y está todo totalmente equipado para garantizar el mejor descanso.
Nosotros nos alojamos en el último piso (séptima planta). Nuestra habitación tenía 3 camas, armario empotrado, nevera, cuarto de baño con pie de ducha y todo los enseres necesarios y una terraza con vistas a la zona de la piscina y el jacuzzi.
Nada más entrar al hotel, te encuentras con una amplia zona de estar. Junto a esta, está la piscina exterior con zona solarium y servicio de cafetería. Además junto a la grande hay una piscina infantil para los más pequeños. Mateo disfrutó muchísimo en ella porque apenas le cubría y podía andar genial en ella.
La cafetería es una pasada. La deco muy actual y moderna y los cócteles riquísimos. Nos tomamos uno cada uno. El camarero tuvo el detalle de hacerle uno a Mateo también. La verdad que el personal genial, súper amable y atento en cada momento. Nos trataron muy bien.
El servicio de restaurante es tipo buffet, con show cooking. Esto me encanta porque te preparan la comida al momento. Además tienen menús bajo petición para celíacos, alérgicos y diabéticos. Podría decir que eché un poco de menos que fuera más variado pero lo que comimos la verdad que estaba muy rico.
En la zona de arriba de la piscina, está el jacuzzi. Bueno, esto a Mateo le encantó! estuvimos un buen rato los tres rodeados de burbujas.
El hotel dispone de servicio de animación con diferentes espectáculos y también de una sala de juegos para los más pequeños.El primer día que llegamos disfrutamos de una actuación de magia donde Mateo alucinó con la cantidad de trucos que el mago realizó.
También hay un gimnasio con baño de vapor. Aquí entramos solo a mirar ya que tiempo no tuvimos de ponernos en forma 😛 pero estaba todo super bien cuidado.
Una de las novedades del hotel es la pedazo de piscina que hay en la azotea, justo en el piso donde teníamos la habitación. Una pasada! con unas vistas espectaculares, donde reina la tranquilidad absoluta. El único inconveniente es que es solo para adultos, así que tuvimos que turnarnos para poder disfrutarla jeje. Aunque la primera noche y con motivo del eclipse, nos dejaron pasar con Mateo, porque imaginaros la que lió jaja
Hicimos turismo por la ciudad y he de reconocer que Benidorm me impactó. Me gustó muchísimo la zona del casco antiguo y la zona de los vascos. El mirador es espectacular tanto de día como de noche. Estuvimos en el parque de las palomas donde nos quedamos con una divertida anécdota, ya que Mateo quería darles de comer y cuando se puso la comida en la mano acudieron todas como locas y este se puso a llorar y a gritar, además de llevarse una caca en su gorra jaja
Fuimos de tapas a la Mejillonería y a la Cava Aragonesa.
Todo nos gustó! En la Mejillonería nos pedimos los mejillones de la casa: impresionantemente ricos!
En la Cava Aragonesa el pincho de sardina ahumada me encantó!
Por la noche cenamos en EL TXOKO y nos pedimos el pincho de bacalao que estaba súper bueno y el pulpo a la gallega buaaaa!!Además de otro plato de mejillones y unos huevos rotos con jamón y pimientos. Todo muy muy bueno.
Como resumen: volvería de nuevo a Benidorm, y sobre todo al hotel Carlos I ya que nos gustó mucho la ubicación y la zona. Está muy cerquita la playa y la zona es tranquila para pasar unos día de relax, aunque cuando nosotros estuvimos fue el Low Festival y escuchábamos todos los grupos en directo y en los ensayos. A nosotros que nos encanta la música no nos importó, pues una de las noches disfrutamos un rato del concierto de los Chemical Brothers desde nuestra terraza, así que para nosotros fue un plus jeje.